Este partido lo afrontábamos con muchas ganas, éramos conscientes de que partíamos con una pequeña ventaja y sobre todo más experiencia y oficio que el equipo local. Aunque en nuestro equipo hay mucha juventud, Chuki, Quique y Diego siempre se notan cuando están bien. Aunque, como ya he dicho, partíamos un peldaño por encima de ellos, yo no las tenía todas conmigo; las ausencias de Sergio y Alex podían condicionarnos un poco, además de la salida nocturna de otros dos para celebrar su confirmación.
Como no quería ningún tipo de confianzas saqué en el 5 titular a Martín, que a día de hoy es el único que me ha demostrado que sólo tiene una marcha, no se dosifica ni se despista, está al 100% en el campo y cuando está sentado en el banco también lo está al 100% animando. Creo que es un premio que se merecía tras sus partidos contra Infante y La Ermita, pues sin lugar a dudas estuvo a la altura de las circunstancias.
El partido empezó muy de cara para nosotros, ellos no acababan de llegar al partido y nosotros metíamos canastas fáciles jugando interior, aunque también hay que reconocer que es lo que más le falta a ellos. De los 20 primeros puntos solamente 7 no fueron de los pívots, llegando al minuto 6 del primer cuarto con una ventaja de 18 puntos (2-20). A partir de ahí los locales despertaron (entre otras cosas gracias a los tiempos muertos de Adrián cortando rachas claras) endosándonos un parcial de 11-3 en el que volvió a destacar nuestro juego interior con 3 puntos de Diego. Por parte alhameña el número 10 daba signos de no tirar el partido y fue quien inició el despertar anotador con 6 puntos en este primer cuarto, cuarto que acabó con un 13-23 que sabía muy poco para la superioridad que parecía que teníamos.
En el segundo cuarto las tónicas eran las mismas, nosotros bajábamos otro puntito la intensidad y ellos subían otro puntito la suya, 12-16 al final del cuarto, +14 al descanso (25-39). En general fue un cuarto con poco acierto en el que volvieron a destacar nuestros postes con 6 puntos y el número 10 local con otros 5 puntos.
La dinámica no me gustaba y el tercer cuarto me lo confirmó, un peldaño menos de intensidad nosotros y ellos uno más. El número 10 seguía mandando en su equipo con 8 puntos más en este cuarto y por nuestro lado Quique evitaba el hundimiento con 4 puntos (13-8 de parcial y las cosas cada vez me gustaban menos).
El último cuarto empezó con un 38-47, aunque empezamos bien el cuarto 0-5, ellos seguían sin perder la cara al partido y con otro parcial de 8-2 volvían a acercarse a 8 a falta de casi 4 minutos de partido. Esta vez los puntos no venían del nº 10 a quien la defensa del último cuarto de Martín, más el cansancio acumulado, le dejaron en cero puntos en ese cuarto. En esos últimos minutos un par de robos y otras tantas transiciones fáciles dieron al traste cualquier opción de remontar el partido, quedando el último parcial del partido en esos 4 minutos en 0-13, con 8 puntos de Diego.
En definitiva, un partido para ver futuros jugadores de Alhama y cómo están haciendo un buen trabajo por esas tierras. Es de agradecer que en ningún momento decidieran perderle la cara al partido refugiándose en defensas zonales pasivas que lo único que consiguen es matar el instinto competitivo de los jugadores jóvenes. En ese aspecto Adrián los llevó muy bien y no perdieron la cara al partido hasta los fatídicos (para ellos) minutos finales. Estoy seguro que algún jugador el año que viene estará en el primer equipo.
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