10 may 2012

Cerramos el círculo donde lo empezamos.

No he querido escribir antes para tener una perspectiva mejor de los hechos. Hemos llegado al objetivo marcado en pretemporada por el Club: pasar el primer cruce de play-off. Mucho ha llovido desde entonces y muchas han sido las cosas que han tenido que ir cambiando.
Empezando por el objetivo, a finales de la temporada pasada nos marcamos como meta principal el rejuvenecimiento de la plantilla para que no muriera el Club con la generación de jugadores que ha hecho grande (dentro de sus posibilidades y de su liga) a este equipo.

Alberto hizo una labor descomunal que se materializó en una convocatoria grandísima de jugadores, pero cuando ya teníamos casi todo atado, aparecieron los primeros problemas: Marme y Roche confirmaban su presencia en nuestra categoría. Esto provocó que perdiéramos muchos jugadores con los que contábamos de inicio, pero no sólo no pudimos contar con esos jugadores, sino con otros (que incluso este año han jugado en 1ª Aut) a quienes les habíamos dicho que no teníamos sitio porque queríamos apostar por la gente joven. 
Así que nos enfrentamos al primer problema: ¿ahora qué hacemos? Con la fuga de jugadores en busca de no tener que pagar a cambio de no jugar (cosa entendible en la época en que vivimos) se abrieron nuevas opciones para este equipo. Volvimos a sentarnos y a analizar las opciones, y como todo no podían ser noticias malas Juanillo nos daba la sorpresa y comunicaba que quería seguir un año más haciendo viajes desde Alcantarilla, así que seguíamos contando con uno de los mejores killers de la categoría, algo es algo. 
Segundo problema a superar, la ENORME baja que suponía la ausencia de nuestro Morconato y ya, la tercera traba, la baja del todoterreno Pablo (14).
Además Diego estaba entre bambalinas por su rodilla, tanto fue así que incluso no llego a jugar el primer partido de temporada contra Capuchinos. Rosendo apareció por el pabellón buscando un sitio donde pudiera jugar y gracias a las "recomendaciones" de Juan Base y Salva (y a su descomunal derroche de trabajo) decidimos hacerle un hueco también. Debo decir que este jugador ha sido la sorpresa más agradable de la temporada, puesto que inicialmente no se contaba con que fuera a tener una aportación grande y, sin embargo, ha sido muy importante en determinados momentos de la temporada: así, si la memoria no me falla, en Capuchinos fue el que empezó a empujar al equipo con su defensa; contra EBS hizo una primera parte espectacular en el tiro de 3 y una defensa de libro; en la ida de Archena apareció para clavar algún triple y empezar la remontada; y ya en este último partido, cuando no veíamos aro, volvió a demostrar que no se arruga y que es capaz de aportar más cosas al equipo. Es con el jugador con el que me voy más jodido a casa cuando no le he sabido encontrar su sitio durante el partido, porque su trabajo y constancia se lo merecen. 
El último fichaje vino a falta de pocas semanas para empezar la liga, Dani: un jugador con fama de "jugador difícil", pero tanto Alberto como yo creímos que podía darnos un plus del que carecíamos y generar enormes problemas a las defensas contrarias. Un jugador con su envergadura, capaz de subir el balón, postear, ayudar al rebote y anotar de 3 puntos es muy complicado de defender, incluso en una liga más arriba.
Los problemas de nuestro equipo no acabaron ahí, a "mi" Ben Wallace ermitaño (Niko DJ) le daban una buena noticia, iba a tener trabajo todo el año; la mala para mí, trabajo a turnos del hotel. Yo esperaba tenerlo "entero para mí" a partir de noviembre y, sin embargo, ya no iba a poder entrenar, con lo que eso nos restaba al equipo, sobre todo con la lesión de Diego. Siguiente problema, Juan Base encontró trabajo, cómo no, a turnos también.
Las combinaciones empezaban ya a ser jodidamente malas. Que si Juanillo "por contrato" falta un día a la semana, DJ a turnos y Juan Base también, Julio y su empresa, los exámenes y compromisos del Potro, el superfiable Salva con rotura de fibras y después con problemas de estómago, el tobillo de Rosendo, el gemelo y el hombro del Caaalvo, comuniones y bodas en partidos importantes..... se nos amontonaban los problemas, pero aun así íbamos subiendo poco a poco el nivel. 
Todos estos problemas, aunque no nos dábamos cuenta (ni yo mismo), nos han ido haciendo más fuertes hasta que, de pronto, llegó la explosión, empezamos a ganar, con un banquillo súper implicado. Ya tuvimos una charla en la que pudimos comprobar que se habían quedado jugadores con pocos minutos en todos los partidos (como en todos los equipos que tienen 12 fichas), pero a diferencia de otros equipos por los que he pasado o conozco en profundidad, NUNCA fueron los mismos jugadores, una vez le tocaba a uno y otra vez le tocaba a otros. No sólo eso, sino que también, por una razón u otra, hemos ganado partidos difíciles con bajas importantes y, al igual que ha sucedido con el reparto de minutos, NUNCA fueron los mismos los que faltaron. 
Esto debe hacernos pensar lo importante que podemos ser dentro de este grupo y que tenemos que estar preparados para sacar el máximo provecho a los minutos que yo pueda dar a cada uno. ¿Es posible que me equivoque alguna vez? Por supuesto y, además, muchas veces, como mis jugadores. 
La grandeza de nuestro grupo la hemos demostrado cuando hemos sido capaces de sobreponernos a los problemas y hemos remado todos juntos en la misma dirección. Todos nos hemos ido adaptando a las necesidades del grupo, incluso yo he suavizado las formas porque así lo requería el grupo (y el resultado ha confirmado que era el camino acertado). 
Con esto quiero decir que no hay nadie imprescindible en este grupo; sí puede haber alguien imprescindible en un partido determinado, pero no en varios. Lo repito, lo hemos demostrado en canchas difíciles y con ausencias muy importantes, incluso varias ausencias en el mismo puesto. Podemos poner las excusas que queramos pero la verdad es que, cuando todos tenemos el mismo objetivo, somos un grupo realmente duro y difícil de batir. Este año así lo hemos demostrado, desde los partidos apretados de EBS, pasando por Roche y sin olvidar las remontadas, a base de defensa y de creer en nosotros mismos, de Águilas y los dos partidos de Archena. 
Sólo me atrevería a decir que nuestro punto flaco es lo único que puede echar por tierra todo nuestro esfuerzo. Hay equipos que pueden tener a la vez el punto bueno y el malo porque son independientes, pero nosotros no, nosotros dependemos mucho de la unidad del grupo y de los ánimos que nos damos desde el banquillo; cuando no lo hemos hecho hemos caído con estrépito (Cartagena, Roche, Águilas, Capuchinos y Archena), mientras que cuando sí lo hemos hecho no ha habido rival que pudiera pararnos. 
Está en nuestras manos conseguir algo por lo que luchen los que vengan detrás, es más, tenemos que lograr que los que nos preceden no puedan ser conformistas, les tenemos que dejar un legado que se lo impida y además les podemos demostrar que también se puede jugar fuerte, entrenar duro e irse a cenar todas las semanas, que todo eso es compatible.

Gracias por el año que me habéis dado, puesto que cuando hay dificultades las cosas se valoran mucho más y se recuerdan con más cariño. Nos falta el último escalón y demostrarnos a nosotros mismos que nos merecemos estar en lo más alto.


Y si no es así, la primera la pagaré yo

:)

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